(Martes 8 Nov en DOGMAD, Pozuelo. Posa junto a Roma, la Cane Corso de un cliente)
¿Por qué es recomendable tener al perro adiestrado?
Bien, tener a un perro adiestrado es una necesidad, ya no diría una recomendación. Es una necesidad porque el perro vive en una sociedad. Las relaciones entre perros y humanos pueden ser muy beneficiosas, pueden ser muy bonitas, pero en muchos casos se pueden complicar. Entonces la complicación siempre viene como producto de una mala educación o de un comportamiento instaurado que no ha sido bien reeducado en su momento. Por lo tanto, el pasar por el adiestrador o por el educador canino es como pasar por el colegio para los seres humanos, necesitamos formarnos, educarnos, y muchas veces los dueños no están capacitados para poder hacerlo.
¿Por qué no se debe tocar a un perro ajeno?
Porque la mayoría de la gente no conoce bien las señales de comunicación de un perro y… Primero, tocar a un perro es como si van a tocar a tu hijo o si te van a tocar a ti o a tu pareja, nadie debe tocar a otro que no conoce, pero encima si es un perro puede tener una respuesta extraña que no esperabas. Por lo tanto, si quieres tocarlo, primero hay que pedir al propietario permiso y luego tocarlo sabiendo lo que se está haciendo.
Es decir, nunca debemos asumir, por mucho que veamos que un perro es amigable o está suelto, que va a reaccionar de una manera positiva…
En efecto, y de hecho, ellos te pueden decir “puedes tocarlo, sí”, pero el perro no reaccionar de la manera en la que el dueño creía que iba a responder.
Las gráficas del espectro de sociabilidad canina tras varios estudios etológicos revelan que mayoría de los perros son socialmente selectivos, es decir, que no se ha de esperar que se lleven bien con todos los ejemplares que se encuentren, una cosa es tolerar, pero de ahí a disfrutar de la compañía de dichos perros hay todo un mundo. Así como hay una pequeña franja de perros que no se llevan bien con ninguno, hay una muy pequeña franja que se llevan bien con todos, lo normal es estar en la gran franja de perros selectivos y está bien que tu perro no tenga porqué sentirse cómodo con todos los demás.
Hombre, yo diría, más que “que está bien”, que es normal que tu perro no sienta bien con unos y con otros sí. Lo ideal, cuando hemos pasado del lobo al perro a través de la domesticación lo que hemos intentado conseguir es que el perro sea un animal sociable, pero no lo hemos conseguido del todo, porque la especie salvaje siempre tira. Entonces hay factores como la timidez, la hipersensibilidad o los factores de dominación que viene genéticamente instaurado en el temperamento del perro; entonces si un perro nace con un temperamento fuerte, si un perro nace con un grado de inseguridad temperamental muy alta que lo que le puede provocar por ejemplo agresividad reactiva… todas esas cosas vienen de serie, por lo cual tú no puedes pedir que tu perro sea igual que el de al lado. A lo mejor el de al lado no viene con eso de serie genéticamente, con lo cual te va a ser mucho más fácil adaptarlo a un medio adecuado y con educación adecuada.
Cada perro es un mundo, y ese mundo viene determinado: en primer lugar por la herencia genética, es decir, lo que recibe, no por raza, sino por sus padres y por su linaje; por otro lado el ambiente en el que se desarrolla ese perro desde que nace y por otro lado la educación.
Esos tres factores los metemos en una olla y al final sale un estofado: ese estofado es el carácter de perro, es decir, el carácter es un conjunto, y ese conjunto lo forjamos desde la base genética unida a la base ambiental y unida a la base educativa.
¿Ese puede ser uno de los motivos por los que existen tantos conflictos en “pipican” o parques caninos?
Claro. En la mayoría de los pipican, ¿qué es lo que hay? Machos castrados, hembras no masculinizadas, inseguros y jovencitos o “perros sumisos” y al final si llega un perro con un temperamento determinado que viene de serie como hemos dicho antes que quiere imponerse siempre vamos a tener problemas a la hora de adaptar ese perro a ese pipican, porque siempre va a querer estar rivalizando con otros y la rivalidad al final puede producir pelea entonces todo esto viene en función del tipo de perro que tenemos.
Hablando de hormonas, de perros castrados, de hembras masculinizadas por la falta de estrógenos… ¿qué opinas de esta tendencia que se está marcando tanto a nivel mundial como nacional, de la castración? En muchas ocasiones impuesta, y hablamos tanto de la castración temprana como la castración automática como panacea para todos los problemas.
Yo estoy totalmente en contra de la castración. Me parece una mutilación que a veces es necesario realizar. Vale, ¿cuándo es necesario realizar? Pues por ejemplo cuando tenemos un perro con unos niveles de testosterona muy altos unos niveles de dominación y vemos que el dueño no es capaz de controlar ese animal o de poderlo tener de alguna forma bien vinculado. Entonces, a lo mejor podemos prescribir una castración en un macho, siempre que el macho no sea inseguro, porque si el macho es inseguro la castración está contraindicada. En la hembra, hablando de entrada de comportamiento, en muchísimos casos se produce masculinización, no en todos, pero si en muchos. Esa masculinización puede acarrear problemas porque la facilidad que tiene una hembra normalmente de convivencia con otros perros, de, en general, facilidad para la educación, se puede ver mermada por esa masculinización, que va a hacer que se comporte en muchos casos, pues… micciones con marcaje, intentos de dominación, fugas… Y todo esto se puede producir en una castración en una perra que no había porqué castrarla. Hoy en día existe un sistema de no reproducción que sería la ligadura de trompas, que están haciendo ya muchísimos veterinarios en España y en países extranjeros es muy habitual ya, es decir, no ir a la castración sino ir directamente a ligar trompas en lugar de una ovohisterectomía.
¿Crees que la población está bien informada de métodos alternativos como pueden ser la vasectomía en el caso de los machos o la ligadura de trompas en el caso de las hembras o los veterinarios por norma general informan bien de dichas opciones?
No, los veterinarios muchas veces no informan bien porque hay un factor comercial. Luego ellos escudan muchas veces en que la mayoría de los tumores mamarios y de las mastitis desaparece el 70% desaparecerían si todas las hembras estuvieran castradas, pero claro, esto me parece como que hacer las cosas por un “por si” pues no lo veo muy lógico, ¿no? Mutilar “por si”, no, yo creo que a las perras lo que hay que hacerles es una inspección de la cadena mamaria todos los años como lo hacen las mujeres. Decir qué es lo normal y si hubiera algún problema pues entonces a lo mejor hay que ir a una ovohisteroctomía pero practicar una castración directamente por sí, pues no, no creo que sea lo más adecuado. Primero porque me parece que mutilar a un animal así es desproveerle algo al macho y a la hembra de las principales hormonas que lo caracterizan como macho y que la caracterizan como hembra.
Siendo un profesional que además ha competido en diferentes disciplinas de deporte canino, ¿nos puedes confirmar que además los perros castrados no pueden competir en dichas competiciones?
Los perros castrados no pueden rendir. Partimos del rendimiento un macho castrado nunca puede rendir como macho entero, entonces ya estás mutilando al perro de trabajo, estás mutilando la capacidad no solo de trabajo, sino de utilidad. Por ejemplo en el caso de un perro de caza, hablando de los machos sin ir más lejos, en una montería unos podencos no pueden estar castrados, es decir, el macho es macho para lo que tiene que ser macho y la hembra es hembra para lo que tiene que ser hembra; entonces, invertir hormonalmente todo esto a base de castración, pues no me parece que sea la mejor fórmula. Yo te digo que hay casos en los que yo he prescrito una castración por necesidades comportamentales y el veterinario ha estado de acuerdo conmigo y se ha llevado a cabo, pero no me parece que deba ser una regla que se practique en todos los perros.
Hablemos precisamente de esas diferencias, incluso en la misma raza, de las líneas de trabajo y las líneas de belleza (o las líneas más dedicadas a ser mascotas). Pongamos de ejemplo al pastor alemán, que son líneas muy obvias, o al mastín español. ¿Cómo describirías para los más profanos en la materia estas diferencias? ¿Qué diferencia hay entre un perro de trabajo y un perro mascota, digamos, y por qué no son lo mismo ni tienen las mismas necesidades?
La diferencia está en su linaje genético, es decir, un pastor alemán puede ser pastor alemán, pero eso no dejará de ser un fenotipo, es decir, un aspecto exterior. Repito, los pastores alemanes tienen el mismo fenotipo, con F de Francia, pero tienen diferente genotipo, es decir, cada uno tiene los genes que le han venido de sus padres, abuelos y bisabuelos. En Alemania y muchos países tienen un pedigrí específico, los llamados pedigrís “de trabajo”, o “de línea de trabajo”, que en alemán se conoce como leistungsschutz. Este requiere al menos tres generaciones de pruebas de trabajo superadas por parte de padre y por parte de madre, y eso te garantiza que genéticamente ha habido una selección. Puede ocurrirte que tu perro no tenga capacidad o aptitudes para para el deporte viniendo de una línea de trabajo, puede ocurrir, pero lo más normal es que no ocurra esto, porque te están garantizando que lo que
se llama gimnasia funcional ha habido muchos antecesores que han superado pruebas, por lo cual tu perro tiene más posibilidades de poderla superarlas.
La selección de trabajo es una selección que no solo se da en el trabajo deportivo de IGP, mondioring o de OCI, sino también se da en pastoreo, también se da en caza, también se da hasta en perros de rescate y salvamento. Tú necesitas un tipo de perro de utilidad que no es el mismo que otro, por ejemplo un labrador de rescate no es lo mismo que un labrador de terapia. Los dos son labradores, pero la selección genética, la línea genética del perro de terapia, es muy diferente a la línea genética del perro de rescate.
Se publicó un artículo, que lamento decir que no recuerdo si es tuyo, que hablaba de si quizás se estaban generando algunas líneas de trabajo un tanto hiperreactivas, con un nivel de ansiedad muy elevado ya por defecto.
Sí, perros “pasados de vueltas”, sí, sí, es verdad. A veces, en la selección de utilidad, igual que en la selección de perros de belleza, se utiliza la consanguinidad también para reforzar las líneas y a veces un factor genético que tú quieres potenciar se te da la vuelta, es decir, se vuelve excesivo, es cuando hablamos de perros de trabajo incontrolables. “Irritables”, decía Hans Sullivan Hower, el juez de trabajo del pastor alemán, de perros un poco indómitos, difíciles, complicados, excesivamente fuertes. No te interesa nunca en el deporte un perro excesivamente fuerte, a lo mejor como reproductor te puede interesar, pero como deporte no, te interesan perros dúctiles, fáciles de educar obviamente, con un temperamento fuerte pero nunca sobrepasados en instintos, porque a veces ese exceso de instinto puede producir problemas.
Estamos viendo que pastores alemanes, o belgas, actúan como perros de trabajo con fuerte mordida y temperamento, y el pastor alemán no es una raza que entra dentro de los perros potencialmente peligrosos vamos a hablar un poco de los famosos PPP, qué opinas como profesional de todo este asunto de la clasificación de razas.
Calificar a los perros por su raza sin ningún rigor científico es una aberración, es decir si esto lo traspasáramos al ser humano nos llevaríamos todos las manos a la cabeza. Pero aquí no influye decir que los rottweilers son de una forma o que los boxer son de otra forma cuando realmente cada boxer es de una forma diferente a otro, es decir, no hay dos perros iguales dentro de una misma raza, lo que hay son linajes diferentes. Entonces, esta ley, lo que hace es clasificar a los perros por su raza, cuando, como ya hemos visto, el carácter no depende de la raza, sino de los tres factores del “estofado” que hemos dicho al principio. 1. Base Genética. 2. Desarrollo Ambiental. 3. Educación Recibida. Al final, eso es el carácter de un perro. Si se juntan esos tres factores y sale bien, pues tenemos un perro maravilloso, pero si alguno se tuerce, o la base genética ya viene mal, vamos a tener un perro con problemas.
Sí, además creo recordar que el puesto número uno de mordidas a humanos se lo lleva el Jack Russell…
El cocker, bueno, ahora no sé, antiguamente era el cocker, pero vamos, también muchísimas mordidas de pastor alemán, es una ley absurda, pero bueno, ya para enero del 2023 con la ley de Bienestar Animal su categoría cambia y ya no van a ser PPP por raza sino que se denominan “perros de manejo especial” a los individuos de difícil manejo que por su tamaño,
circunstancias y carácter, pueda ser considerado de ese grupo, pero ya no es un tema racial, que era lo que realmente resultaba aberrante.
Sobre la nueva Ley de Bienestar Animal, ¿tendrías algo que opinar a fecha noviembre de 2022? A grandes rasgos, porque evidentemente hay mucho que desgajar de ahí.
Yo creo que hay muchísimo que decir ahí, hay cosas con las que puedo estar más o menos de acuerdo, pero el tema de la castración o muchas otras cosas veo que no. Además, lo de la palabra “prohibir” es una cosa que me pone un poco los pelos de punta, ¿no? Prohibir tantas cosas. Yo creo que lo que hay que hacer es educar bien. Pensar que el abandono de perros, generalmente, y esto es un estudio hecho por la Fundación Affinity, está generado en la mayoría de los casos por problemas de conducta. La gente abandona al perro por problemas de conducta, no abandona al perro porque no se lo pueda llevar de vacaciones, eso es un mito, igual que no se venden más perros en Navidad ni se abandonan más perros en verano, es decir, el abandono es un problema que en la mayoría de los casos es pasivo, no activo. Hay pocos energúmenos que son capaces de coger a su perro y soltarlo en medio de una calle o en el campo, pero la mayoría de las veces es un perro que te da problemas, que haces todo lo posible por corregirlo y no lo consigues, y al final dejas la puerta abierta de la finca o le dejas irse y al final ese perro, que está incómodo viviendo contigo, se va. Por lo que todos esos perros que nos encontramos abandonados en muchos casos, según este estudio, no sé exactamente el porcentaje, pero creo que estamos hablando de un 30%, es por problemas de conducta. Entonces, si eliminamos la cría mal realizada, que de eso también son responsables los malos criadores, y construimos perros educados y dueños responsabilizados, conseguiremos eliminar el abandono.
¿Considerarías correcto definir lo que llaman en inglés “puppy mill”, aquí traducido como “fábrica de cachorros”, estos lugares gigantescos con perros enjaulados criando sin parar, no tiene nada que ver con un criador ético?
Claro, es que ese es el problema, los mejores criadores del mundo no son las fábricas, son una familia que tiene a lo mejor dos o tres hembras solo, que tiene un macho, y que cría con esmero, se preocupa de sus cachorros, de la salud física y mental de todos los ejemplares, les dan una buena socialización, los crían con cariño, y este tipo de personas no son profesionales, suelen tener su profesión aparte, con la que pagar las facturas, y muchos de ellos sí son profesionales, pero a los no profesionales que crían con esmero y conocimiento aunque no vivan de ello no se les puede prohibir criar porque está demostrado que los mejores criadores del mundo son así en cuanto a ejemplaridad de sus perros, y te vas a encontrar con que hay mucho “particular” así, bueno, llamémoslo semiprofesional. Otra cosa es que deban pagar impuestos por la venta de sus cachorros, eso sí que me parece lógico porque lo hacemos todos, si no estaríamos favoreciendo la economía encubierta, pero si les prohibimos criar estamos matando a los mejores criadores del mundo.
Y estaríamos perdiendo un nicho genético bastante importante…
¡Claro! Y perdiendo una selección, porque en las fábricas no se preocupan mucho de la selección genética.
Cambiando un poco de tema, y contemplando este lugar, Dogmad, en Pozuelo, Madrid, propiedad de tu hijo, me gustaría hablar del legado Sierra. Por un lado, tu ya desde hace varias décadas has sido considerado uno de los más afamados naturalistas y especialistas caninos contemporáneos que hay en España. Has trabajado multiespecie, has hecho un montón de publicaciones en un montón de revistas, tienes libros excelentes a la venta sobre educación canina, toda una escuela de formación canina, entrevistas en televisión, siendo muy activo a día de hoy en dichos medios… Yo recuerdo que te conocí siendo pequeñita, por un artículo sobre serpientes. Después de todo esto, te pregunto. ¿Por qué los perros?
Bueno, al final… yo nací con los perros, los animales salvajes… perdón, me he equivocado. Yo nací con animales salvajes y el perro. ¿Por qué? Porque con 12 años yo ya estaba colaborando con Adena y con Félix Rodríguez de la Fuente, con el cual pude ir a filmar algunas veces, le conocí y así me metí en el mundo del animal salvaje, porque me gustaba desde pequeño. No sé en qué edad, yo creo que nací con esa actitud, y a partir de los 16 o 17 años el mundo salvaje se me veía poco práctico, es decir, yo era un chico que ya quería ganar algo de dinerito, hacer algo con animales, y en el mundo salvaje tú te vas al campo y puedes hacer muchas cosas pero desde luego dinero no había. Con lo cual, ¿qué es lo que hice? Los perros, que eran algo que yo ya tenía y que me gustaban. Empecé a sacar perros en el parque del Retiro y terminé adiestrando perros de autodidacta en el parque del Retiro (te estoy hablando de 1977-79), y ahí descubrí que además de hacer algo que me gustaba, que era trabajar con animales, podía también vivir de ello, y poco a poco fíjate, han pasado 43 años y aquí sigo.
Y no solo sigues tú, sino también tu hijo.
De hecho, a mi hijo le pasó un poco lo mismo, con 17 años lo primero que me dice es “quiero dedicarme a esto” y le dije “pues nada, vete a limpiar perreras”. Porque es como mejor se aprende. Limpiando perreras, sacando perros… y se fue con un amigo en Murcia, con Álvaro Martínez-Abarca, pasó ahí veranos limpiando, conmigo se venía también a la escuela, y luego nos marchamos a Alemania, él se formó con Knut Fuchs, que son cinco veces campeones del mundo por FCI y seis veces campeones de Alemania. Con este amigo nuestro se formó Íñigo, mi hijo, siendo también su figurante en muchos cursos que daba, y sigue haciéndolo, le llama y él se va a algún lugar a apoyar con el curso. Y luego él pues ha ido haciendo también su carrera en Alaska, va todos los veranos a Alaska con grupos de trabajo deportivo con perros, y la verdad es que como figurante ya es muy conocido y ahora está con su perro, luego no puede hacer de figurante porque compite en campeonatos nacionales por lo que otros le hacen de figurante, con 30 años tiene unos 15 de experiencia y tiene buenos maestros que le han enseñado.
Vamos a desmitificar rápidamente un par de cosas: ¿El perro de trabajo, trabajando, es feliz?
El perro de trabajo es feliz si tú trabajas a favor de lo que el perro quiere. Por eso hoy en día el trabajo deportivo ha cambiado mucho, antes se trabajaba buscando emociones de alivio, y ahora se buscan emociones de alegría, es decir, no es lo mismo trabajar para evitar un estímulo negativo que trabajar para recibir un estímulo positivo. Hoy en día, en el trabajo deportivo, por lo menos en el IGP, OCI y mondioring que son los que más conozco, se trabaja a favor de perro. Eso sí, se buscan perros que quieran ir hacia ese lugar, hacia esa dirección instintiva, porque si no tienes que forzarlos, y personalmente trabajar perros forzados no me interesa. Primero, porque hay perros que tienen calidad para poder hacerlo, no hay que ir a coger a un perro que no tiene aptitudes e intentar someterlo a un reglamento para el que no vale, con lo cual ahí estás forzando. Por lo tanto, el perro de trabajo es feliz siempre y cuando trabaje a favor de su instinto, que es como hoy en día se trabaja en casi todas las disciplinas.
¡Y, hablando de perros de trabajo, se rumorea por ahí que tienes al ejemplar más bravo, con mayor mordida, más potente de España…un soberano, peligroso y gigantesco chihuahua que hace IGP!
Sí, sí, llegó un momento en el que mi perro, ya el mayor, Guti, se ha jubilado porque tiene diez años y ya no puede seguir compitiendo, y bueno, llegó en ese momento, es una chihuahua chiquitina, de 1.4 kg, y la verdad es que están encantados, porque es una perra que yo seleccioné precisamente a base de conocer a sus padres, conocer a sus hermanos, y el carácter era adecuado. Entonces, una vez que vi que la genética le acompañaba, fui a la selección del cachorro. La selección del cachorro fue ella, fue la que más me gustó de los cuatro, y tras dicha selección pasó a la educación y el adiestramiento.
Sobre el adiestramiento, es una perrilla que con 1.4 kg se hace el reglamento de IGP de obediencia prácticamente casi ya entero, me faltan unos pequeños detalles, pero seguimos entrenando.
Es decir, que eso de los perros de bolsillo, nunca, ¿no?
Hombre, es de bolsillo, en realidad te cabe en el bolsillo y no deja de ser un perro al que tratas diferente que a otros. ¿Por qué? Porque es muy pequeña, y te inspira una mayor ternura, digamos, ¿no? Es como, no sé, educar a un niño o educar a un adulto. Entonces aquí lo ves siempre como un niño, bueno, como una niña, aunque en realidad ya no es una niña porque tiene ya dos añitos, pero tú la ves como muy pequeñita y eso te lleva instintivamente a cambiar un poco tu actitud con ella. Lo que no me gusta es el típico perro que está todo el día encima, que está todo el día aburrido… me gusta que el perro tenga actividad.
Sí, pero vamos, que puedes tener un perro denominado “de bolso” y en lugar de estar pintándole las uñas o llevándole en brazos, tratarlo como el perro que es, darle deporte, estímulo, funcionando como un perro y disfrutando de ser un perro.
Sí, claro, haciendo agility incluso, lo único es moldear los obstáculos a su tamaño, pero por lo demás, son igualmente funcionales.
Y, por último, hablemos del material que se utiliza en estos casos. Vamos a hablar de la calidad del producto. De por qué recomendar ciertas marcas, de por qué trabajar con productos siempre de calidad.
Es fundamental. Pero esto no lo sabemos solo para material o utensilios que utilizamos con los perros, es que lo utilizamos en la vida diaria, es decir, muchas veces es verdad que las marcas, por el hecho de ser una marca, incrementan el precio de un producto, pero también lo que es difícil, sino imposible, es encontrar productos verdaderamente buenos a precios tirados. Es decir, el típico utensilio que puedes comprar en un chino que te vale, un collar aparentemente igual a otro, y digo aparentemente igual… dices, ¿por qué este vale seis euros y el otro treinta y cinco? Pero la diferencia es obvia: está en la construcción y calidad del material, muchas veces la seguridad del material (porque a veces no le damos importancia, pero un collar que se te rompe es un collar que te puede generar problemas muy gordos). Siempre hay que utilizar buenas marcas, esa es la base fundamental, pero yo diría que para todo en la vida.
Y digamos que cada actividad tiene sus herramientas específicas.
En efecto, no es lo mismo un perro que puede ir con un arnés y que si tira un poco puede ir con un arnés antitirón, pero en ocasiones es necesario el uso de collares. Pero ya no es solo la actividad, es que cada perro necesita instrumentos diferentes.
Hablando de esos instrumentos, toda esta prohibición que se hizo ya en su día sobre collares denominados “de castigo”… bueno, nuestros colaboradores normalmente mantienen la opinión de que “no es la herramienta en sí, sino la mano que lo usa”.
Exacto. Primero, aclarar que no están prohibidos, eso es un mito. La ley de la Comunidad de Madrid prohíbe el uso dañino de determinados instrumentos. Es decir, está permitida su venta, está permitida su tenencia y distribución y uso, lo que está prohibido es el mal uso. Por ejemplo, que si tienes un collar de impulsos seas tan bruto de colocarlo en una intensidad muy alta a un perro que no lo necesita, o si utilizas un collar de puntas, hacerle daño al perro con él. Estos instrumentos no están hechos para hacerle daño al perro, están hechos para crear un bloqueo o una inhibición de una conducta muy fuerte que el dueño no la puede controlar. Y hoy en día esto se trabaja con salidas en positivo, es decir, cuando utilizas un tipo de instrumento determinado, terminas con una emoción de alegría. Este es el célebre NE-PO-PO (Negativo, Positivo, Positivo), yo lo llamo Sistema de Bloqueo y Doble Positivo, que ya Bart Bellon lo tiene registrado como Nepopo y por eso yo lo llamo de esta otra forma pero es básicamente lo mismo, que consiste en la aplicación de un estímulo negativo que bloquea o inhibe, para dar paso a una emoción de alivio, es decir, “menos mal ha cesado el negativo”, y pasar posteriormente a una emoción de alegría. Entonces al final tu terminas eliminando una conducta instintiva pero no con el perro con miedo, sino con el perro alegre, que es lo que el adiestramiento moderno permite hoy en día.
Antiguamente no, antiguamente el estímulo negativo generaba miedo en el perro y terminabas inhibiendo al perro y terminabas dejándole decepcionado e inhibido. Ahora no, ahora lo trabajas sin necesidad de llegar al miedo, y lo llevas a la alegría.
Y, en este caso, a la hora de adquirir un producto de este estilo (véase collar de ahogo o de púas, por ejemplo), siempre es recomendable acudir a un profesional homologado que te enseñe a utilizar este recurso.
Claro, claro, es decir, el público general no está capacitado para manejar ninguno de estos instrumentos, entonces a mí me parecería bien que para el uso de estos instrumentos se exigiera, al igual que una receta en la farmacia, una prescripción profesional. Y el único que puede es el adiestrador o educador canino, porque el veterinario no está para eso, el veterinario está para los temas biológicos de enfermedad, esto es como equiparar al médico y al educador del niño. Si el niño está enfermo, lo llevamos al médico, si su problema es pedagógico o comportamental, se le lleva al educador. Hay que tener claro que para estos casos, salvo, ojo, veterinarios que también son adiestradores o etólogos, pero hablamos de veterinarios generalistas. La formación básica del veterinario no lleva incorporada de serie el conjunto de técnicas de modificación de conductas.
Siempre ha de asegurarse que el adiestrador esté homologado, certificado…
Sí, lo que pasa es que hoy en día esa homologación no está todavía muy oficializada, sino que existe un certificado de profesionalidad. Este se obtiene haciendo cursos en determinadas escuelas, por ejemplo, la nuestra tiene el temario adaptado a la adquisición de dicho certificado de profesionalidad. En un futuro será obligatorio tener el certificado de profesionalidad para poder ejercer la profesión, hoy en día no lo es, pero tardará poco en que lo sea.
Sí, pero al menos acudir a centros de confianza, con licencia…
Sí, por lo menos licencia, en la escuela de formación profesional canina damos una licencia de la ANAC, la Asociación Nacional de Adiestradores Caninos, y un diploma que acredita que ha hecho un curso de 380 horas, por lo menos eso, porque hoy en día cualquiera puede decir que es adiestrador, y si te lo dice te lo puedes creer, pero no.
Claro, no queremos encontrarnos con gente que ha visto veinte capítulos en la tele de algún show de adiestramiento y ya se cree que lo sabe todo.
Se debe exigir al profesional que demuestre siempre la capacitación.
¿Como la placa de un policía?
O, por lo menos, si le conoces, pedir referencias, ver su currículum, y no creernos todo lo que vemos en internet, porque en internet puede aparecer de todo.
Cuando hablábamos del factor de la educación de la población con respecto al tema canino, muchas veces se pone sobre la mesa como referencia el mundo rural y el mundo de la caza con respecto a su trato hacia los animales, generalizándolo como considerablemente peor que el de las ciudades (aunque obviamente hay de todo en todas partes). ¿Consideras que en el mundo rural los tradicionalismos con respecto a tratar al perro como un instrumento, o visualizando el típico perro de jardín que tienen las casas en los pueblos, que vive fuera y solo entra en casa ante heladas o a comer,
puede dificultar una correcta educación o formación porque se considera que un perro es un perro y así ha sido siempre?
Bueno, la falta de cultura afecta al perro. De hecho, en la caza podemos encontrarnos diferentes tipos de cazadores: el cazador que viene del mundo más inculto, más rural, donde roza tener al perro como un uso solo, abusando de ese uso, y luego está el cazador responsable que tiene un respeto sobre el mundo animal. Por tanto, no se puede hablar de la caza en general o de los cazadores en general. Yo se que por ejemplo en el mundo del galgo hay mucha brutalidad, pero no todos. Eso sí, hay mucha brutalidad porque hay mucha incultura. Cuanta más incultura haya, cuanto al perro se le convierta más en un animal rural en lugar de un animal doméstico, o un animal cercano al hombre, pues peor se tratará al perro, por lo que hay que buscar que la gente se culturice y esto yo creo que depende de los colegios, depende de la familia, depende de educar al niño desde el respeto a un animal.
Y luego nos vamos al otro extremo: la humanización del perro
Este extremo es tan malo como el primero. La humanización del perro a veces incurre en maltrato sin que muchos se den cuenta, porque tener a un perro metido en un apartamento desde las ocho de la mañana hasta las ocho de la tarde, sin salir, luego le dan una vuelta a la manzana, y luego le ponen prendas de vestir para hacerle fotitos en el cumpleaños pues eso no deja de ser maltrato, no por el hecho de ponerle la prenda, que también puede serlo (dice bromeando), sino porque ese perro no está bien tratado. Hay que entender que el perro no tiene el mismo cerebro que nosotros, ni los mismos sentimientos ante los mismos estímulos, ni la misma inteligencia ni las mismas capacidades. En el momento en el que tú piensas que un perro tiene las mismas capacidades que tú, vas a maleducarlo seguro, porque no puedes educar algo que no conoces, y como no lo estás conociendo porque estás interpretando que sus conductas tienen una base humana, pues al final no lo vas a hacer bien.
Quizás no solo capacidades sino también necesidades del animal.
Sobre todo, claro, las necesidades de ellos no son las mismas que las nuestras. La humanización va intrínseca en la propiedad de un perro, yo conozco muy pocas personas que no humanicen, pero hay una humanización que es lógica, que la podemos entender, y otras que rayan el maltrato animal.
¿Qué opinas de los educadores que hay por ahí que dicen que “no le puedes decir que no a un perro porque quiebras su espíritu y que lo que hay que hacer es dejarles ser y respetar su naturaleza y su paz, siempre en positivo, sin regaño nunca”?
Eso es animalismo, y los animalistas… fíjate que yo desde los años de Rodriguez de la Fuente era el típico niño ecologista, naturalista… la palabra “animalista” se aleja 100% de mi forma de pensar. Creo que el animalismo está haciendo muchísimo daño a los animales y bueno, la mayoría de estas personas no dicen las cosas con conocimiento sino que las traducen en función de sus emociones, entonces, bueno, que a todos los perros hay que trabajarles y educarles positivamente eso lo sabemos todos los adiestradores, y la construcción de conducta se produce a través de refuerzo positivo, pero, que la modificación de conducta se
produzca solo a través de la entrega de premios, eso cualquiera que tenga un poco de cabeza sabe que no. Además, desde el punto de vista científico, está más que demostrado que cuando la fuerza de la conducta instintiva es superior al valor de la recompensa que tú vas a utilizar a cambio para obtener una respuesta, no funciona, solo funciona cuando la conducta instintiva es débil, y entonces el refuerzo positivo tiene más valor, y al tener más valor tú puedes modificar una conducta, pero bueno, para esto hay que estudiar.
Así que podríamos concluir con que “no todo es corazón, sino también conocimiento”. Corazón y Con Razón.
Claro, es conocimiento. Con corazón no solucionamos nada, con conocimiento sí, y si encima de conocimiento ponemos corazón, ya sería perfecto.